lunes, 30 de julio de 2007

Pierden los celestes, pero se vienen de contra

Afuera Miceli. Tocadas Garré y Picolotti (en cualquier país serio hubiesen sido eyectadas de sus asientos). Entonces, tocado Alberto Fernández.

Los que venían golpeados eran los de De Vido por Skanska y por las “morenadas” del patotero Guillermo, que no hace honor a su apellido (¡loor al gran Mariano!).

Nada ha cambiado. ¿Se acuerdan de los “rojo punzó”? Eran los “impresentables" de Menem como Rousselot, el Chiche Aráoz, Mera Figueroa, Barrionuevo, etc. Por contraposición, los “celestes” eran “los buenos”. Pero ¿recuerdan quiénes eran los “celestes”? Bauzá, Duhalde, Eduardo Menem, Manzano, Becerra, Dromi, etc. ¿Eran mejores unos que otros? De última, todos eran menemistas y actuaban de acuerdo a los deseos del Jefe.

Nada ha cambiado. Ahora podrían ser rojo punzó los “devidistas” y celestes los “albertistas”. De última, todos son kirchneristas y actúan de acuerdo a los deseos del Jefe.

Cambió La Rioja por Santa Cruz y nada ha cambiado.

Todos parecen darle la razón a Borges. Son incorregibles.

martes, 24 de julio de 2007

¡Larga vida al periodismo!

Esta semana se hizo una experiencia en la que los candidatos en las primarias demócratas de los Estados Unidos respondían preguntas de la gente formuladas a través de You Tube.

Esto se supone que estimula la participación de la gente, pero esto les facilita la respuesta a los entrevistados. Falta algo fundamental para lo que es imprescindible el periodismo: la repregunta.

Es tradicional y hasta cierto punto lógica la reticencia de los funcionarios ante la prensa. Pero el valor de la pregunta y la repregunta es crucial.

Hace unos días el Foro de Periodistas Argentinos (FOPEA) decidió no participar de los monólogos que el gobierno llama "conferencias de prensa", si no se admitía la elemental posibilidad de preguntar. Llegan cuatro años tarde.

¿Nos pondremos los pantalones largos de una vez por todas?

¡Larga vida al periodismo!

lunes, 23 de julio de 2007

De los "inventores" de los derechos humanos

En lugar de escribir yo, prefiero citar la magnífica nota que Alberto Benegas Lynch (h) publicó hoy en el Diario LA NACIÓN de Buenos Aires. Se supone que es un tipo “de derecha”. Sin embargo no se priva de criticar al que raye. Me gustaría ver a los “progres” de por aquí defendiendo la vigencia de los derechos humanos en cualquier país y ante cualquier gobierno, no sólo con los que les caen "pesados".

Ninguna causa justifica la tortura
Se debate en diversos foros la posición de Estados Unidos sobre los llamados "interrogatorios coercitivos", al tiempo que existe el agujero negro de Guantánamo y agentes gubernamentales subcontratan torturadores en terceros países, como quedó documentado en un meduloso libro de Stephen Grey. Asimismo, la lucha
antiterrorista que ha tenido lugar en buena parte de América latina sigue dando
lugar a discusiones.
César Beccaria, el precursor del derecho penal, escribe: "¿Qué derecho sino el de la fuerza será el que da potestad al juez para imponer pena a un ciudadano mientras se duda si es o no inocente? No es nuevo este dilema: o el delito es cierto o es incierto; si es cierto, no le conviene otra pena que la establecida por las leyes y son inútiles los tormentos, porque es inútil la confesión del reo; si es incierto, no se debe atormentar a un inocente". Concluye Beccaria: "No vale la confesión dictada durante la tortura".
No se justifica la tortura en ninguna circunstancia, incluso si se conjetura que determinada persona sabe quién hará detonar una bomba, y aunque se sospeche
de que es cómplice del hecho. No resulta aceptable argumentar que hacer sufrir a
una persona queda compensado por las muchas vidas salvadas. Cada persona tiene
valor en sí misma. La vida de una persona no se debe a otros. No cabe la pretensión de hacer balances, como si se tratara de carne en la balanza de la carnicería. El fin es inescindible de los medios. Los pasos en dirección a la meta impregnan ese objetivo. La conducta civilizada no autoriza a abusar de una persona, independientemente de lo que ocurra con otras (llevados al extremo, estos "balances sociales" conducirían a justificar dislates como el sacrificio de jubilados para que los jóvenes puedan vivir mejor). La legitimación del abuso pone en riesgo la supervivencia de la sociedad abierta, puesto que ésta descansa en pilares éticos.
Además, el ejemplo de la bomba supone más de lo que es posible suponer. Parte de la base de que el torturado posee la información, de que la bomba existe y funciona, de que el sospechoso trasmitirá la información correcta, de que la tortura se limitará a ese hecho, etcétera.
A veces se formulan interrogantes de este tipo: ¿usted no autorizaría la tortura de un sospechoso si eso pudiera salvar la vida de su hijo secuestrado? En realidad, son preguntas tramposas, como las que aparecen en las life boat situations : en caso de encontrarse en un naufragio, ¿usted acataría la decisión del dueño del bote disponible o forzaría el abordaje de toda su familia en lugar de permitir el embarque de otras personas preferidas por el titular? No es posible el establecimiento de normas de conducta civilizada extrapolando situaciones de conmoción excepcional y ofuscamiento que en ciertas circunstancias abren compuertas a procedimientos reñidos con la moral, puesto que eso significaría el naufragio de la sociedad civilizada.
En el caso del debate sobre la tortura (y en infinidad de otros casos) es útil colocarse en la posición de la minoría. Si detienen injustamente a un hijo y lo torturan, no hay forma de probar la inocencia si no se admite el debido proceso. Antiguamente, los godos, vándalos, hunos y germanos (cimbros y teutones) condujeron las "invasiones bárbaras" sobre el Imperio Romano. Se practicaba todo tipo de suplicios y finalmente se degollaba a los adultos vencidos, se sacrificaban niños a los dioses, se construían cercos con los huesos de las víctimas y las mujeres profetizaban con las entrañas de los derrotados.
En un proceso evolutivo, los conquistadores tomaban después a los conquistados como esclavos ("herramientas parlantes", según la horripilante denominación de entonces). En la guerra moderna, se establecieron normas para el trato de los vencidos. Pero en lugar de profundizar la senda civilizada y responsabilizar a quienes producen lo que livianamente se ha dado en llamar "daños colaterales", en lugar de eliminar la bajeza de la embrutecedora y castrante "obediencia debida", nos retrotraemos a la barbarie de la tortura.
Michael Ignatieff escribe: "La democracia liberal se opone a la tortura porque se opone a cualquier uso ilimitado de la autoridad pública contra seres humanos, y la tortura es la más ilimitada, la forma más desenfrenada de poder que una persona puede ejercer contra otra".
Recientemente se ha sugerido la "regulación de la tortura", como consecuencia de la antes mencionada subcontratación de torturadores en terceros países por parte del gobierno de Estados Unidos y debido a la existencia de Guantánamo. En este sentido, se mantiene que esta regulación sería para evitar la hipocresía de la política
norteamericana, que, mientras declama el Estado de Derecho, abre las puertas al
abismo. Se sigue diciendo que esta regulación "mitigaría y encauzaría la tortura por carriles adecuados a las circunstancias". Pero esto significaría la legalización del crimen. El crimen regulado no es menos criminal. No tiene gollete que se considere una aberración la tortura a ciudadanos norteamericanos mientras se estima aceptable someter a suplicios a no estadounidenses. Este modo de ver las cosas, entre otros aspectos, quita toda autoridad moral a los que pelean contra el terrorismo, puesto que adoptar procedimientos de la canallada convierte en canallas a quienes se supone que están defendiendo el derecho.

No es admisible que algunos se escuden en afirmaciones cobardes como que la
guerra es siempre terrible y otras de similar calaña para justificar procedimientos aberrantes y eludir el debate. El debido proceso, en su caso el juicio sumario con todas las garantías, no puede reemplazarse por la carta blanca para torturar y matar. De este modo, eventualmente, se podrán ganar batallas en el terreno militar, pero indefectiblemente se pierden en el campo moral.
Claro que la hipocresía no sólo se encuentra en algunos de los que combaten al terrorismo, sino, como repetidamente se ha visto en distintos lares, está incrustada en ciertos personajes que alardean de proteger derechos humanos (lo que, como hemos dicho en estas columnas, constituye un grosero pleonasmo, puesto que las rosas y las piedras no son sujetos de derecho), cuando en verdad es mera pirotecnia verbal que nada tiene que ver con la justicia, al desconocer los crímenes atroces y execrables cometidos por las bandas terroristas.
Por último, el controvertido tema de la suspensión de las libertades individuales con la supuesta idea de preservar el orden jurídico. Paradójico en verdad es dejar sin efecto el derecho para salvaguardar el derecho. Otorgar visos de juricidad a aquello que es por naturaleza extrajurídico se asemeja a una ficción. No es novedosa la idea de la interrupción del derecho: viene de Roma. Se ha escrito muchísimo sobre esta delicada cuestión, pero, en todo caso, esta concepción se ha traducido reiteradamente en abusos de poder, incluyendo la tortura.
En este sentido, Ira Glasser pasa detallada revista a algunos episodios ocurridos en Estados Unidos como consecuencia de estos llamados estados de excepción. Muestra cómo la legislación sobre sedición y sobre extranjeros de 1789, la de espionaje de 1917, otra vez la de sedición de 1918 y la orden ejecutiva de F. D. Roosevelt en 1942 condujeron a grandes injusticias y severas restricciones de las libertades individuales, sin que ofrecieran mayor seguridad.
Recuerda Glasser, por ejemplo, que Ronald Reagan llamó a esta última disposición "una histeria de guerra racista", debido a que condenó a 112.000 personas de descendencia japonesa a campos de concentración en Estados Unidos, y "ni uno de los 112.000 fue imputado de un crimen ni acusado de espionaje o sabotaje. Ninguna evidencia fue jamás alegada y no hubo audiencias".
Hannah Arendt escribió sobre las patrañas políticas en el fiasco de Vietnam y ahora hemos visto las graves violaciones a los derechos de las personas por la aplicación de la vergonzosa ley denominada "patriota" en Estados Unidos, a raíz de las agresiones criminales del 11 de septiembre de 2001 y la invasión a Irak. Benjamin Franklin advertía: "Aquel país que renuncia a algunas libertades en nombre de la seguridad no merece ni la libertad ni la seguridad". Curiosa es, en verdad, la estrategia de liquidar anticipadamente las libertades como defensa contra el ataque terrorista que, precisamente, pretende aniquilar las libertades.

"Para novedades, los clásicos", reza el conocido aforismo. En nuestro caso, es pertinente recordar un pensamiento de Dante: "Todo el que pretende el fin del derecho, procede conforme a derecho. (...) Es imposible buscar el derecho sin el derecho. Formalmente, nunca lo verdadero sigue a lo falso"

¿Leerán o escribirán cosas así los tuertos ideológicos?

domingo, 22 de julio de 2007

Perdón por la insistencia

Seré breve, dijo Fidel y habló cinco horas.

No. Seré breve en serio.

Y pido disculpas por la insistencia. Miceli tenía un sobre con guita en el baño de su oficina de ministra. No se pudo determinar su origen. Sí que salió de la Caja Cuenca, pero no su origen primario. O sea, que es dinero no declarado. O sea, que es dinero en negro. ¿No van a procesar (o al menos indagar) a la "ministra que sonreía" por la (presunta) comisión del gravísimo delito de lavado de dinero?

Fumando espero.

jueves, 19 de julio de 2007

¡La puta que lo parió, Negro!

Alguien no muere si encontramos la forma de recordarlo. ("Viaje a las Estrellas II - La Ira de Khan").

El título del post no es casual. Tiene que ver con aquello que Roberto Fontanarrosa decía de las "malas palabras". Se preguntaba "¿por qué son malas? ¿les pegan a las otras?"

Se fue el Negro y, en lugar de escribir una larga necrológica, con recuerdos, trozos de entrevistas y anécdotas, prefiero quejarme porque habiendo tanto hijo de puta suelto, justo le tenía que tocar a él.

Ellos, los malos, festejan. Nos quedamos con uno menos. De manera injusta le sacaron la roja a Fontanarrosa. ¡La puta que lo parió, Negro!

miércoles, 18 de julio de 2007

¡Lo logramos! ¡Chau, Miceli!

No me refiero a los periodistas (ni siquiera a Lanata) ni a la justicia (ni siquiera a Marijuán). El gobierno debe haber pensado “¡Lo logramos!”, ya que sacó el escándalo de las páginas de los diarios justo antes del lanzamiento de la Senadora-consorte-candidata.

Para esto pasaron 43 días desde aquel 5 de junio en el que dos miembros de la Brigada de Explosivos del Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal encontró la bolsa. ¿O habría que decir “el sobre”? No sólo porque técnicamente era un sobre, sino por lo que significa en la política “un sobre”.

¿De verdad alguien que era Ministra de Economía y fue Directora del Banco Provincia, Representante del Ministro de Economía ante el Banco Central y Presidenta del Banco Nación no sabía lo que eso significaba? ¿No habrá la misma sensación de impunidad que durante el menemato?

El perro murió. ¿Se acabó la rabia? Su pareja, Ricardo “Pacha” Velazco, sigue siendo subsecretario en el Ministerio de Desarrollo Social, donde lo mandaron desde el Enargas, tras el escándalo Skanska. Su hermana Adriana sigue siendo coordinadora de la Unidad de Arquitectura Sustentable de la Secretaría de Picolotti. Y siguen las firmas.

¿Habrá otro Verbitsky que escriba otro “Robo para la Corona”? Digo “otro Verbitsky” porque Verbitsky, siendo asesor de Kirchner, aunque no lo reconozcan, seguramente no haría una actualización de su famoso libro. Trabaja para la Corona.

martes, 17 de julio de 2007

Pelotudas del mundo, ¡uníos!

Por supuesto que esta paráfrasis de Marx se puede extender a los pelotudos, que la pelotudez no respeta sexo. O género, como les gusta decir ahora. Pido disculpas pero, como hijo de modista que soy, "género" me suena mucho más a tela que a femenino o masculino.

La pelotudez de la semana pasada era que Kristina le podía aportar a la política ciertos valores o sensibilidades que, se supone, vienen junto con los cromosomas XX.

Este neofeminismo, cultivado sobre todo por muchos XY, sostiene que la Mujer, así, con mayúscula, va a hacer una Política, así, con mayúscula, mejor.

No entiendo cómo pueden inferir esto, ya que el único antecente que tenemos es, ni más ni menos que María Estela Martínez Cartas de Perón, (a) Isabelita, (a) Chabela.

Hay gente buena y gente mala. Hay competentes e ineptos. Hay inteligentes y lelos. Todo ello es independiente de su sexo, religión, profesión, nacionalidad, o cualquier otra condición que queramos buscar.

Pero insisten en que van a aportar más decencia. Y pienso en la misma Isabel. Y en Adelina y Mary July. Y ahora en Picolotti o Miceli. Tampoco son peores que López Rega, Yabrán o De Vido.

Hay una sóla condición que iguala a quienes piensan así. La pelotudez. Y de ella, como del ridículo, no se vuelve.

lunes, 16 de julio de 2007

El problema es haber perdido el miedo

Basile es un inepto. Basile es la reencarnación de Rinus Michels. No. Ni una cosa ni la otra. ¿Quién va a negar lo que sabe de fútbol? ¿Y quién va a negar que hace poco más de un año salió por primera vez campeón de liga?

Basile es un vago que no trabaja. Basile trabaja tanto como cualquier técnico. Basile es un gran formador de grupos. Los grupos se le suelen ir al carajo (Eliminatorias '93, Mundial '94).

El problema es haber llevado a los pibes. El problema es haber llevado a los íconos de la "generación perdida". Hablamos porque se perdió la final, porque hasta el domingo al mediodía todo era fantástico. Perder la final es perder el torneo. Sobre todo en un torneo donde el único que llevó todo su potencial fue la Argentina, así que no había otro objetivo que ganarlo.

¿Y si la cosa pasa por el costado negativo de haberle perdido el miedo a Brasil? Los últimos tres partidos la canarinha los ganó por tres goles. Con el miedo ¿se le perdió el respeto y la Argentina lo está pagando? Recordemos el terror que le tenía Menotti. Nunca le pudo ganar pero perdía por poco o empataba, como en el Mundial '78. No propongo volver a eso (¡Dios nos libre! y eso que soy agnóstico), pero ¿y si le volvemos a tener respeto sin caer en el miedo?

domingo, 15 de julio de 2007

Expulsado por exceso verbal

Cuando hace muuuuchos años escuchaba en la radio que tal jugador había sido expulsado por "exceso verbal", no llegaba a concebir qué significaba. Me sonaba más a acumulación de verbos (?) que a insulto, como directamente contaríamos hoy.

Sin embargo, seguimos hablando, en otros ámbitos de "excesos verbales". Más bien de "incontinencia".

Hay incontinencia urinaria. Los tipos se mean encima. Y hay incontinencia verbal. Los tipos se hablan encima. Lo cual es peor, porque para el primer caso hay pañales, en cambio para los otros se recomienda criterio. Pero el criterio no se vende en las farmacias.

Caso típico es nuestro ínclito Ministro del Interior. Es un tipo inteligente. Que nadie piense que pienso lo contrario. Pero Aníbal (que no es el de Mingo) no se puede contener. Esta semana se mandó que la Senadora-candidata es "la aparición política más importante del último medio siglo". ¡Requeteepa!

Dejemos de lado a Alfonsín, a quien Aníbal (que no es el de Mingo) puede colocar por debajo de la Senadora-candidata. Pero pensemos en Frondizi. ¿En serio Aníbal (que no es el de Mingo) piensa que también está abajo en el ranking?

Pero hay algo peor. Aníbal (que no es el de Mingo) hace unos años decía ser "duhaldista portador sano" y después sostuvo que se había "curado" de esa rara enfermedad. Pero no sé si Aníbal (que no es el de Mingo) se considera "curado" del peronismo, porque se olvidó ¡nada menos que de Perón! Es decir, que, para él Kristina es menos que el General. ¡A la flauta! Eso se llama incontinencia verbal. O pretender arrebatarle al otro Fernández de Kirchner (Alberto) el trono de chupa-Kristina.

sábado, 14 de julio de 2007

¡Canté pri!

¡Canté pri!

Lo gritábamos cuando chicos para indicar un derecho de prelación. Pero no sabíamos qué cuernos era "derecho de prelación", que es más o menos como decir "¡canté pri!". Perdón por la tautología (buscar en el diccionario; no quiero lectores vagos).

Entonces, canto "pri", de modo de hacerlo antes del hecho y no con el diario del lunes. Hoy la Argentina va a jugar la final de la Copa América ante Brasil. Y la lógica indica que debería ganarle. Pero quiero avisar antes: no nos emborrachemos de soberbia como en la anterior etapa de Basile, donde todo era cuesta abajo hasta que llegaron las cinco cachetadas colombianas.
La Argentina es la única selección que fue con todo lo que tiene. Ni siquiera los Estados Unidos. Basile llevó todo lo que había. La base de Pekerman, lo mejor de los jóvenes y hasta algunos conspicuos representantes de la "generación perdida" de Passarella (Verón, Zanetti, Ayala), grandes ganadores en sus equipos y que perdieron cuanta cosa se les puso a tiro con la albiceleste.

Entonces, no nos la creamos. Si la Argentina levanta la Copa será lo lógico. Y punto.
Después habrá que trabajar y estudiar mucho. ¿Estudiar? Sí, pero eso quedará para otro post. Sólo quise decir "¡pri!"

jueves, 5 de julio de 2007

Hagámosle un bien al país: NO ahorremos energía

Ahora resulta que se vino la crisis que negaron siempre. Incluso en la anterior crisis, cuando De Vido, con aires de salvador de la Patria fue a recibir al puerto el primer barco que traía fuel oil venezolano, caro y malo.
Ahora hay que volver a hacer un esfuerzo por el país. Una vez más y van...
Decidí tomar las cosas en mis manos, ya que la Patria nunca les demanda y mi agnosticismo me impide esperar a que un Dios lo haga.
Son tan caraduras que en la página web del "Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios" publicaron el 1 de junio:
El Gobierno dio por superada la escasez energética y anunció emprendimientos
En el marco de una conferencia de prensa realizada en Casa de Gobierno, el ministro de Planificación, Julio De Vido señaló que, a pesar de las bajas temperaturas, el sistema había respondido "con absoluta solidez" a un frío que calificó como "un evento absolutamente excepcional, uno en 45 años".

No pienso reducir un sólo vatio mi consumo de energía. Antes bien, creo que habría que aumentar la demanda hasta que renuncien o sean echados los responsables.
Que no esperen ningún ahorro de mi parte hasta que queden afuera del gobierno, al menos, el secretario de Energía, Daniel Camerón; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; y el subsecretario de Control de Gestión, Roberto Baratta . Y (¿por qué no?), el ministro Julio De Vido.
Me cansé de esperar a la Patria. Empiezo a demandar.