sábado, 14 de julio de 2007

¡Canté pri!

¡Canté pri!

Lo gritábamos cuando chicos para indicar un derecho de prelación. Pero no sabíamos qué cuernos era "derecho de prelación", que es más o menos como decir "¡canté pri!". Perdón por la tautología (buscar en el diccionario; no quiero lectores vagos).

Entonces, canto "pri", de modo de hacerlo antes del hecho y no con el diario del lunes. Hoy la Argentina va a jugar la final de la Copa América ante Brasil. Y la lógica indica que debería ganarle. Pero quiero avisar antes: no nos emborrachemos de soberbia como en la anterior etapa de Basile, donde todo era cuesta abajo hasta que llegaron las cinco cachetadas colombianas.
La Argentina es la única selección que fue con todo lo que tiene. Ni siquiera los Estados Unidos. Basile llevó todo lo que había. La base de Pekerman, lo mejor de los jóvenes y hasta algunos conspicuos representantes de la "generación perdida" de Passarella (Verón, Zanetti, Ayala), grandes ganadores en sus equipos y que perdieron cuanta cosa se les puso a tiro con la albiceleste.

Entonces, no nos la creamos. Si la Argentina levanta la Copa será lo lógico. Y punto.
Después habrá que trabajar y estudiar mucho. ¿Estudiar? Sí, pero eso quedará para otro post. Sólo quise decir "¡pri!"

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