Su fallecimiento fue un golpe para todos los amantes de la democracia y la libertad. Me generó un gran dolor esa noticia.
Es injusta la vida. Terminó sus días en un hospital. Ello tendría que haber ocurrido en una cárcel común, condenado por los crímenes por los que estaba siendo procesado en la actualidad.
Nos queda un consuelo. Sufrió. Pero esta es una de las circunstancias en las que lamento no ser religioso. Me encantaría creer que está asándose en el infierno. Pero no. Sólo queda saber que está pudriéndose en la tierra.
No me gusta, pero a diferencia de lo que decía Perón (“al enemigo, ni justicia”), precisamente la justicia es para el enemigo. Para mostrar que somos superiores. Que somos capaces de aplicar la ley como no lo hicieron asesinos de esta laya.
Otra vez. Si fuera creyente, podría desear “que no descanse en paz”.
Ya lo dijo Vargas Llosa de Pinochet: “sabíamos que era un asesino, ahora sabemos que también era un ladrón”. Igual que este tipo. Ojalá viviera, para que siguiera sufriendo.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
viernes, 5 de noviembre de 2010
BIELSA Y COBOS
Marcelo Bielsa ya no es el técnico de la selección chilena. Jugó fuerte por la reelección al frente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional trasandona, Harold Mayne-Nicholls, el hombre que lo llevó al banco de la Roja. Y perdieron. ¿Contra quién? Contra un peninsular presidente de Unión Española, apoyado por los clubes grandes e, incluso, el gobierno de Piñera.
¿Qué es lo que hizo que Bielsa no continuara? Su inquebrantable ética. Dejó en claro que no podía trabajar con un tipo tan detestable como Jorge Segovia, el nuevo mandamás del fútbol chileno. Es una cuestión de principios. No se puede sino compartir una decisión de ese tenor.
Pero esto me hace pensar que el “Loco” es un buscador de perlas. Encontró a alguien que, aún antes de asumir, es peor que Grondona. Porque, más allá de algunos desplantes, Bielsa jamás se hizo problema por trabajar con el hombre de Sarandí y Zurich. Incluso, aceptó la renovación de su contrato luego del fracaso en Japón 2002.
¿Por qué lo empariento con Cobos? Porque el vice aceptó compartir la fórmula presidencial del kirchnerismo cuando no podía argüír sorpresa alguna. Los modos que se le reprochan al oficialismo son los mismos de los primeros cuatro años y medio. Sin embargo, aceptó, asumió y allí se mantiene. Como Bielsa en agosto de 2002.
¿Es el ex técnico de Chile, la Argentina, Vélez y Newell’s superior a la mayoría de sus colegas? Sí. En conocimientos y en principios. Pero cuando proclama esto, a veces de manera directa, a veces a través de su hermano Rafael o de la prensa que le es adicta, la vara se coloca mucho más arriba y uno tiene que exigirle mucho más que al resto. Y no me cierra que esos principios hayan podido convivir tanto tiempo con los de Grondona.
¿Qué es lo que hizo que Bielsa no continuara? Su inquebrantable ética. Dejó en claro que no podía trabajar con un tipo tan detestable como Jorge Segovia, el nuevo mandamás del fútbol chileno. Es una cuestión de principios. No se puede sino compartir una decisión de ese tenor.
Pero esto me hace pensar que el “Loco” es un buscador de perlas. Encontró a alguien que, aún antes de asumir, es peor que Grondona. Porque, más allá de algunos desplantes, Bielsa jamás se hizo problema por trabajar con el hombre de Sarandí y Zurich. Incluso, aceptó la renovación de su contrato luego del fracaso en Japón 2002.
¿Por qué lo empariento con Cobos? Porque el vice aceptó compartir la fórmula presidencial del kirchnerismo cuando no podía argüír sorpresa alguna. Los modos que se le reprochan al oficialismo son los mismos de los primeros cuatro años y medio. Sin embargo, aceptó, asumió y allí se mantiene. Como Bielsa en agosto de 2002.
¿Es el ex técnico de Chile, la Argentina, Vélez y Newell’s superior a la mayoría de sus colegas? Sí. En conocimientos y en principios. Pero cuando proclama esto, a veces de manera directa, a veces a través de su hermano Rafael o de la prensa que le es adicta, la vara se coloca mucho más arriba y uno tiene que exigirle mucho más que al resto. Y no me cierra que esos principios hayan podido convivir tanto tiempo con los de Grondona.
Etiquetas:
Bielsa,
ética,
Grondona,
principios
martes, 26 de octubre de 2010
DE FRENTE Y DE PERFIL
Una canallada. No tengo dudas de que eso hizo Perfil con la difusión de varias fotos que el presunto responsable del asesinato de Mariano Ferreyra, Cristian Favale, subió a su Facebook. En ellas posa sonriente con varias figuras del oficialismo.
Está claro que a cientos de famosos se les acercan todos los días ilustres desconocidos para sacarse fotos con ellos. Y por supuesto que ello les pudo haber pasado a los que Perfil quiso “quemar”. Cualquier hijo de vecino lo sabe.
Pero (siempre hay un pero en estas historias)… las tomas se realizaron en la peña de los miércoles que regentea el ministro de Economía Amado Boudou. Desde el gobierno y sus medios de propaganda lo quisieron presentar como “un lugar público”. Al que piense eso, le sugiero pasar cualquier miércoles por “La Puerto Rico”, a comprobar si lo dejan entrar sin una invitación tangible de alguien del entorno de la peña. A Favale alguien lo invitó.
Otra. Hay distintos círculos de conocimiento. En primer lugar, sin que mengüe un ápice mi respeto por él, ¿quién reconoce a un Ministro de Educación (en este caso Sileoni) como para retratarse con él? Segundo: ¿qué hijo de vecino que habite cualquier país del mundo, querría una foto con un ministro de Economía? Sea Boudou, Cavallo o Martínez de Hoz, por mantener cierta matriz ideológica.
La tercera perjudicada es la periodista Sandra Russo. Con ella sí entiendo que alguien se quiera llevar una foto. Su rostro es mucho más conocido e interesante que el de cualquier integrante del gabinete. Sin duda que es una canallada querer dejarla "pegada” a un barrabrava acusado de asesinato. Y contra eso podemos y debemos enojarnos los periodistas. Pero no todos. Los independientes de verdad. Ni los dependientes del gobierno, ni los dependientes de otros intereses. Sandra no tiene derecho al pataleo. Esa misma perrería de la que es víctima, la hubiesen perpetrado ella y sus conmilitones de “678” si las fotos del barra brava acusado de asesinato hubiesen sido Duhalde, Rodríguez Saá y Bonelli.
Está claro que a cientos de famosos se les acercan todos los días ilustres desconocidos para sacarse fotos con ellos. Y por supuesto que ello les pudo haber pasado a los que Perfil quiso “quemar”. Cualquier hijo de vecino lo sabe.
Pero (siempre hay un pero en estas historias)… las tomas se realizaron en la peña de los miércoles que regentea el ministro de Economía Amado Boudou. Desde el gobierno y sus medios de propaganda lo quisieron presentar como “un lugar público”. Al que piense eso, le sugiero pasar cualquier miércoles por “La Puerto Rico”, a comprobar si lo dejan entrar sin una invitación tangible de alguien del entorno de la peña. A Favale alguien lo invitó.
Otra. Hay distintos círculos de conocimiento. En primer lugar, sin que mengüe un ápice mi respeto por él, ¿quién reconoce a un Ministro de Educación (en este caso Sileoni) como para retratarse con él? Segundo: ¿qué hijo de vecino que habite cualquier país del mundo, querría una foto con un ministro de Economía? Sea Boudou, Cavallo o Martínez de Hoz, por mantener cierta matriz ideológica.
La tercera perjudicada es la periodista Sandra Russo. Con ella sí entiendo que alguien se quiera llevar una foto. Su rostro es mucho más conocido e interesante que el de cualquier integrante del gabinete. Sin duda que es una canallada querer dejarla "pegada” a un barrabrava acusado de asesinato. Y contra eso podemos y debemos enojarnos los periodistas. Pero no todos. Los independientes de verdad. Ni los dependientes del gobierno, ni los dependientes de otros intereses. Sandra no tiene derecho al pataleo. Esa misma perrería de la que es víctima, la hubiesen perpetrado ella y sus conmilitones de “678” si las fotos del barra brava acusado de asesinato hubiesen sido Duhalde, Rodríguez Saá y Bonelli.
Etiquetas:
barrabravas,
canallada,
fotos,
Perfil
lunes, 25 de octubre de 2010
EL DÍA DEL BOLUDO
Es la media mañana de un día luminoso. La maestra camina con un cierto cosquilleo por un barrio cercano al suyo, pero que no le es enteramente conocido. Camina resuelta, hasta que llega a una esquina y duda. Mira. Las calles están desiertas, los negocios cerrados.
Parece una imagen tomada de “La Dimensión Desconocida”, aunque la escenografía no es de un pueblito indeterminado de los Estados Unidos, sino la de un lugar indeterminado del conurbano bonaerense.
Gira la cabeza hacia un lado, hacia el otro y cruza la calle. Se detiene en la casa de la esquina. Duda una vez más y prefiere la de al lado. Hay una puerta que da a la vereda y otra que da acceso a un largo y destartalado pasillo. Busca el timbre. No lo encuentra. Golpea las manos. Nada. Otra vez. Desde el fondo se oye un grito destemplado: “¡Ya va!”. Una puerta vieja chirría. Unos pies se arrastran de manera desmañada.
La puerta de calle se abre bruscamente, dejando ver a un tipo mal entrazado. Pinta de barrabrava: olor a ajo y a rancio, barba descuidada de varios días, ojotas y jean cortado como bermuda. Una enorme panza asoma bajo una remera que conoció mejores épocas.
La maestra reprime un temblor, pero un frío le recorre desde la médula hasta el cóccix. Quisiera irse, pero sabe que no puede. Debe entrar. Está obligada. El miedo la invade. ¿Podrá salir? Le dijeron que no iba a tener problemas. Se aferra a esa seguridad ajena, pero no cree mucho en ella.
Avanza por el pasillo, intentando mostrar un aplomo que la abandonó hace rato. Sabe que, si sale, esa escena se repetirá varias veces. Piensa que no podrá tolerarlo. Se habló mucho en estos días del miedo del otro lado. “¿Y yo?”
El día es el miércoles 27 de octubre de 2010, la maestra es censista y el “otro lado” son todos los idiotas que repiten que tienen miedo de que con la excusa del censo se les meta algún ladrón o asesino. Nadie dijo que el ladrón o el asesino podría ser el que juega del local.
Día del censo. Día del boludo. ¡Déjense de joder! Tenemos que saber cuántos somos y qué necesidades tenemos.
Parece una imagen tomada de “La Dimensión Desconocida”, aunque la escenografía no es de un pueblito indeterminado de los Estados Unidos, sino la de un lugar indeterminado del conurbano bonaerense.
Gira la cabeza hacia un lado, hacia el otro y cruza la calle. Se detiene en la casa de la esquina. Duda una vez más y prefiere la de al lado. Hay una puerta que da a la vereda y otra que da acceso a un largo y destartalado pasillo. Busca el timbre. No lo encuentra. Golpea las manos. Nada. Otra vez. Desde el fondo se oye un grito destemplado: “¡Ya va!”. Una puerta vieja chirría. Unos pies se arrastran de manera desmañada.
La puerta de calle se abre bruscamente, dejando ver a un tipo mal entrazado. Pinta de barrabrava: olor a ajo y a rancio, barba descuidada de varios días, ojotas y jean cortado como bermuda. Una enorme panza asoma bajo una remera que conoció mejores épocas.
La maestra reprime un temblor, pero un frío le recorre desde la médula hasta el cóccix. Quisiera irse, pero sabe que no puede. Debe entrar. Está obligada. El miedo la invade. ¿Podrá salir? Le dijeron que no iba a tener problemas. Se aferra a esa seguridad ajena, pero no cree mucho en ella.
Avanza por el pasillo, intentando mostrar un aplomo que la abandonó hace rato. Sabe que, si sale, esa escena se repetirá varias veces. Piensa que no podrá tolerarlo. Se habló mucho en estos días del miedo del otro lado. “¿Y yo?”
El día es el miércoles 27 de octubre de 2010, la maestra es censista y el “otro lado” son todos los idiotas que repiten que tienen miedo de que con la excusa del censo se les meta algún ladrón o asesino. Nadie dijo que el ladrón o el asesino podría ser el que juega del local.
Día del censo. Día del boludo. ¡Déjense de joder! Tenemos que saber cuántos somos y qué necesidades tenemos.
martes, 5 de octubre de 2010
7-0, PARTIDO
Muchos especulaban con un tenístico 6-1. Fue un 7-0 que, en el ping pong, termina el partido.
Hablamos de la resolución de hoy de la Corte Suprema que, mal que le pese a Bonafini, es Corte y es Suprema.
Resolvió del modo que todo preveíamos la medida cautelar que suspendía el artículo 161 de la Ley de Medios. Es decir, sosteniendo COMO SIEMPRE que la Corte sólo revisa sentencias firmes y no medidas cautelares.
¿Es así? ¿NUNCA revisa medidas cautelares? Para tantos que, de un lado y del otro, tocan de oído, el Tribunal recordó que sí las revisa cuando “medie cuestión federal bastante, conjuntamente con un agravio que, por su magnitud y por las circunstancias de hecho, resulte irreparable”.
Pido disculpas por la transcripción de una frase tan leguleya, pero creo que muchos “opinadores” podrán aprender algo y no sólo repetir cualquier cosa. Insisto. De un lado y del otro.
¿Qué es el artículo 161? El llamado de “desinversión”. El que obliga a los medios a “adecuarse” a la Ley (versión K) o que les da el exiguo plazo de un año, obligándolos a malvender y ser desguazados (versión anti K). Clarín argumentó que ello afectaba derechos adquiridos. ¿Qué derechos? Los que le dio el mismo Kirchner en su último acto de gobierno, cuando autorizó la impresentable fusión Cablevisión-Multicanal o, antes aún, cuando prolongó las licencias televisivas.
Los que se oponen a esta Ley se aferraban al fallo de hoy para demorar la aplicación de la misma. Los oficialistas, sin saber qué decir, usaban como argumento que el fallo por venir era vergonzoso por “cantado”, ya que los principales columnistas del país decían saber que el resultado iba a ser 6-1. De ahí inferían que esta Corte, estimada e incuestionable, en lo académico y en lo personal, había sido “operada” o hasta comprada por Clarín. De ser un lujo, pasaban a ser unos delincuentes.
Todo esto lo acalló la unanimidad del 7-0. El tribunal entero dijo que el juez de primera instancia debe llegar a un fallo definitivo y le dio un plazo, para que esta discusión no quede para las calendas griegas.
7-0. Lorenzetti y Zaffaroni. Highton de Nolasco y Fayt. Petracchi, Maqueda y Argibay. Todos. La historia no termina con esta goleada. Recién empieza. Salvo para los que creen que lo único importante de la Ley de Medios es ese artículo, demostrando que sólo les interesa quebrarle el espinazo a Clarín. Sin duda que hay que acabar con ese conglomerado nefasto. Para eso alcanza con la ley de Defensa de la Competencia. Y Kirchner, en ese entonces casado con “El Monopolio”, lo echó a José Sbatella cuando quiso aplicarla.
Hablamos de la resolución de hoy de la Corte Suprema que, mal que le pese a Bonafini, es Corte y es Suprema.
Resolvió del modo que todo preveíamos la medida cautelar que suspendía el artículo 161 de la Ley de Medios. Es decir, sosteniendo COMO SIEMPRE que la Corte sólo revisa sentencias firmes y no medidas cautelares.
¿Es así? ¿NUNCA revisa medidas cautelares? Para tantos que, de un lado y del otro, tocan de oído, el Tribunal recordó que sí las revisa cuando “medie cuestión federal bastante, conjuntamente con un agravio que, por su magnitud y por las circunstancias de hecho, resulte irreparable”.
Pido disculpas por la transcripción de una frase tan leguleya, pero creo que muchos “opinadores” podrán aprender algo y no sólo repetir cualquier cosa. Insisto. De un lado y del otro.
¿Qué es el artículo 161? El llamado de “desinversión”. El que obliga a los medios a “adecuarse” a la Ley (versión K) o que les da el exiguo plazo de un año, obligándolos a malvender y ser desguazados (versión anti K). Clarín argumentó que ello afectaba derechos adquiridos. ¿Qué derechos? Los que le dio el mismo Kirchner en su último acto de gobierno, cuando autorizó la impresentable fusión Cablevisión-Multicanal o, antes aún, cuando prolongó las licencias televisivas.
Los que se oponen a esta Ley se aferraban al fallo de hoy para demorar la aplicación de la misma. Los oficialistas, sin saber qué decir, usaban como argumento que el fallo por venir era vergonzoso por “cantado”, ya que los principales columnistas del país decían saber que el resultado iba a ser 6-1. De ahí inferían que esta Corte, estimada e incuestionable, en lo académico y en lo personal, había sido “operada” o hasta comprada por Clarín. De ser un lujo, pasaban a ser unos delincuentes.
Todo esto lo acalló la unanimidad del 7-0. El tribunal entero dijo que el juez de primera instancia debe llegar a un fallo definitivo y le dio un plazo, para que esta discusión no quede para las calendas griegas.
7-0. Lorenzetti y Zaffaroni. Highton de Nolasco y Fayt. Petracchi, Maqueda y Argibay. Todos. La historia no termina con esta goleada. Recién empieza. Salvo para los que creen que lo único importante de la Ley de Medios es ese artículo, demostrando que sólo les interesa quebrarle el espinazo a Clarín. Sin duda que hay que acabar con ese conglomerado nefasto. Para eso alcanza con la ley de Defensa de la Competencia. Y Kirchner, en ese entonces casado con “El Monopolio”, lo echó a José Sbatella cuando quiso aplicarla.
Etiquetas:
Artículo 161. Corte Suprema,
Ley de Medios
martes, 7 de septiembre de 2010
¡VAMOS, VAMOS, LOS PIBES!
“Los pibes” ganaron las primeras planas por haber tomado varias escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué adujeron? Que “se vienen abajo”. Y es cierto, en algunos casos. En otros, no tanto.
Pero no es la única visión.
Se los acusa de “hacer política”. Hay muchos que tienen una postura política determinada. ¿Eso es malo? ¿No la tenemos muchos de nosotros? ¿Que los alineados detrás de determinados partidos o partiditos quieren “hacer bardo”, que quieren voltear a Macri. Es cierto. Tanto como que es poco lo que en ese ámbito hizo el oficialismo porteño. Y mucho menos lo que hicieron sus antecesores.
Se quejan de las condiciones edilicias. Que pasan frío o calor. Y aquí salen los de arriba de 40 que dicen “yo me moría de frío y nunca dejé de estudiar”. ¿Es un mérito? En todo caso, ¿por qué hay que igualar hacia abajo? Hay contextos determinantes. Hoy hay freezers y mis abuelos no tenían heladera. Pero todos los días pasaba un tipo vendiendo hielo. Hoy si nos quedamos sin heladera, no hay hielero que nos salve. Lo mismo que cuando se compara con las peores condiciones que hay en el noroeste. En todo caso, allí tendrán que mejorar aún más. Cosa que ignoró olímpicamente la señora Presidente cuando les brindó su respaldo. En los distritos que gestiona el kirchnerismo, la situación es infinitamente peor.
Asimismo, muchos colegios están deteriorados por culpa de los mismos estudiantes que ensucian, manchan y rompen. También es verdad. Pero los edificios son una muestra del deterioro de la educación pública en la Argentina.
Después están la "épica" de los pelotudos que creen que están asaltando el Moncada o tomando el Palacio de Invierno. Y hay otros estudiantes que sólo quieren no tener clases. Como cualquiera de nosotros a los 13 o 17 años. Y como nuestros mayores. A quien diga “yo nunca”, lo invito a releer Juvenilia, que nos deleitó contando las “perrerías” que hacían más de un siglo atrás.
No los justifico. Es lógico que los adultos, sobre todo los que están en posición de gobierno, tengan otra posición. Y que tengan que actuar en consecuencia. Pero no olvidemos lo que pensábamos y hacíamos cuando teníamos la edad de ellos.
Pero no es la única visión.
Se los acusa de “hacer política”. Hay muchos que tienen una postura política determinada. ¿Eso es malo? ¿No la tenemos muchos de nosotros? ¿Que los alineados detrás de determinados partidos o partiditos quieren “hacer bardo”, que quieren voltear a Macri. Es cierto. Tanto como que es poco lo que en ese ámbito hizo el oficialismo porteño. Y mucho menos lo que hicieron sus antecesores.
Se quejan de las condiciones edilicias. Que pasan frío o calor. Y aquí salen los de arriba de 40 que dicen “yo me moría de frío y nunca dejé de estudiar”. ¿Es un mérito? En todo caso, ¿por qué hay que igualar hacia abajo? Hay contextos determinantes. Hoy hay freezers y mis abuelos no tenían heladera. Pero todos los días pasaba un tipo vendiendo hielo. Hoy si nos quedamos sin heladera, no hay hielero que nos salve. Lo mismo que cuando se compara con las peores condiciones que hay en el noroeste. En todo caso, allí tendrán que mejorar aún más. Cosa que ignoró olímpicamente la señora Presidente cuando les brindó su respaldo. En los distritos que gestiona el kirchnerismo, la situación es infinitamente peor.
Asimismo, muchos colegios están deteriorados por culpa de los mismos estudiantes que ensucian, manchan y rompen. También es verdad. Pero los edificios son una muestra del deterioro de la educación pública en la Argentina.
Después están la "épica" de los pelotudos que creen que están asaltando el Moncada o tomando el Palacio de Invierno. Y hay otros estudiantes que sólo quieren no tener clases. Como cualquiera de nosotros a los 13 o 17 años. Y como nuestros mayores. A quien diga “yo nunca”, lo invito a releer Juvenilia, que nos deleitó contando las “perrerías” que hacían más de un siglo atrás.
No los justifico. Es lógico que los adultos, sobre todo los que están en posición de gobierno, tengan otra posición. Y que tengan que actuar en consecuencia. Pero no olvidemos lo que pensábamos y hacíamos cuando teníamos la edad de ellos.
Etiquetas:
deterioro,
educación pública,
tomas de colegios
lunes, 6 de septiembre de 2010
¿DESDE DÓNDE…?
Siguiendo las buenas prácticas del periodismo uno muchas veces, haciendo autocrítica, se pregunta: “¿No se me habrá ido la mano?” “¿Desde dónde estoy cuestionando ciertas decisiones de un director técnico o un árbitro?” “¿Soy tan vivo yo y tan estúpido este tipo que saca sin motivo a su mejor jugador?”. Y hablamos de algo tan menor como el fútbol.
¿Qué pasa con los temas centrales? El nuevo deporte de los lenguaraces del gobierno es “péguele a Strassera”. Y de nuevo hay que preguntarse “¿desde dónde lo hacen?”.
Los creyentes sostienen que la perfección no es de esta tierra, sino que únicamente pertenece al Ser Supremo, con el nombre que le den. Como agnóstico, ni siquiera eso puedo suscribir. Descreo de la perfección. Por ende, aunque con justicia se ha convertido en un símbolo mundial de la Justicia, sin duda que Strassera debe tener defectos. Como todos.
Pero no somos todos iguales. ¿Desde dónde y con qué autoridad moral lo critican quienes lo salieron a torear en estos días? Ninguno de ellos la tiene. Los Kirchner se pasaron la dictadura juntando “platita” quedándose con bienes de los que no podían pagar los créditos de la 1.050. Aníbal Fernández no estaba escondido debajo de una mesa sólo porque no tenía nada que temer en esa época.
Sin embargo, hay uno peor. El principal voceros de esta embestida es un impresentable como Osvaldo Papaleo. ¡Papaleo cuestionando el compromiso con los derechos humanos del Fiscal que condenó a los terroristas de Estado! Hoy nos quieren inventar una historia que no tiene nada que ver con la historia. ¡Lástima que a mi no me la pueden contar! Me estoy acercando al medio siglo, viví toda mi vida en la Argentina y tengo memoria. Papaleo dice: “Yo no tuve nada que ver con López Rega”. Mentira. Fue Secretario de Prensa cuando el Brujo ya había huido, pero no es un paracaidista polaco que cayó del cielo. Tenía ya un curriculum (¿o habría que decir prontuario?).
A la muerte de Perón, e incluso antes, López Rega manejaba todo el gobierno. Desde la creación de la Triple A hasta la toma de los canales de televisión a punta de pistola, hecho del cual Papaleo fue un protagonista fundamental. Luego fue interventor de algunos de ellos. Sobran los testigos de cuando se sentaba en el sillón principal de Canal 7 rodeado de custodios con armas largas. En todos esos cargos armó listas de prohibidos. Que comenzaron mucho antes que la dictadura.
¿Lo secuestraron y lo torturaron? Sí. Eso es innegable y deleznable. Pero no lo convierte en mejor persona. Por otra parte, los que cometieron esos delitos fueron juzgados y condenados. En gran parte, gracias a la acción del Dr. Strassera. ¿Desde dónde y desde cuándo un personaje tan oscuro como Osvaldo Papaleo tiene autoridad moral para cuestionar al ex fiscal?
Respuesta fácil: no puede. No le llega ni a la suela de los zapatos.
¿Qué pasa con los temas centrales? El nuevo deporte de los lenguaraces del gobierno es “péguele a Strassera”. Y de nuevo hay que preguntarse “¿desde dónde lo hacen?”.
Los creyentes sostienen que la perfección no es de esta tierra, sino que únicamente pertenece al Ser Supremo, con el nombre que le den. Como agnóstico, ni siquiera eso puedo suscribir. Descreo de la perfección. Por ende, aunque con justicia se ha convertido en un símbolo mundial de la Justicia, sin duda que Strassera debe tener defectos. Como todos.
Pero no somos todos iguales. ¿Desde dónde y con qué autoridad moral lo critican quienes lo salieron a torear en estos días? Ninguno de ellos la tiene. Los Kirchner se pasaron la dictadura juntando “platita” quedándose con bienes de los que no podían pagar los créditos de la 1.050. Aníbal Fernández no estaba escondido debajo de una mesa sólo porque no tenía nada que temer en esa época.
Sin embargo, hay uno peor. El principal voceros de esta embestida es un impresentable como Osvaldo Papaleo. ¡Papaleo cuestionando el compromiso con los derechos humanos del Fiscal que condenó a los terroristas de Estado! Hoy nos quieren inventar una historia que no tiene nada que ver con la historia. ¡Lástima que a mi no me la pueden contar! Me estoy acercando al medio siglo, viví toda mi vida en la Argentina y tengo memoria. Papaleo dice: “Yo no tuve nada que ver con López Rega”. Mentira. Fue Secretario de Prensa cuando el Brujo ya había huido, pero no es un paracaidista polaco que cayó del cielo. Tenía ya un curriculum (¿o habría que decir prontuario?).
A la muerte de Perón, e incluso antes, López Rega manejaba todo el gobierno. Desde la creación de la Triple A hasta la toma de los canales de televisión a punta de pistola, hecho del cual Papaleo fue un protagonista fundamental. Luego fue interventor de algunos de ellos. Sobran los testigos de cuando se sentaba en el sillón principal de Canal 7 rodeado de custodios con armas largas. En todos esos cargos armó listas de prohibidos. Que comenzaron mucho antes que la dictadura.
¿Lo secuestraron y lo torturaron? Sí. Eso es innegable y deleznable. Pero no lo convierte en mejor persona. Por otra parte, los que cometieron esos delitos fueron juzgados y condenados. En gran parte, gracias a la acción del Dr. Strassera. ¿Desde dónde y desde cuándo un personaje tan oscuro como Osvaldo Papaleo tiene autoridad moral para cuestionar al ex fiscal?
Respuesta fácil: no puede. No le llega ni a la suela de los zapatos.
Etiquetas:
autoridad moral,
Papaleo,
Strassera
Suscribirse a:
Entradas (Atom)