Se acabó la espera. Se acabó la cuenta regresiva. No hay otros temas. Nos olvidaremos de Boudou su novia, de Redrado y la suya y de la inflación que ambos empezaron a hacer crecer. Los chorros seguirán robando y Carrió denunciando, pero saldrán en la página 14 de los diarios.
Empezó el Mundial. La fiesta inaugural no quedará en el recuerdo de nadie y tuvieron el tino de hacerla muy breve.
Y empezó a correr la pelota. Mostrando a México que tiene una defensa gelatinosa. Y Sudáfrica que puso empeño, corrigió errores y pudo llevarse la victoria.
Pero EL DÍA es mañana. Debuta la Argentina de Diego. Que nos fue haciendo crecer la esperanza. No nos desdecimos de las críticas a su ciclo. Pero del partido contra Alemania para acá, empezó a dar sensación de equipo. Lo que no es poco. Comienzo quieren las cosas.
Empezando por el mismo técnico. Maradona, que se pasó la vida dando bandazos de un extremo a otro, se muestra calmo, reflexivo y capaz de cambiar.
Pensemos que hasta hace menos de un mes todos los “especialistas” decían que, si no había lesiones, los once que ganaron en Múnich iban a enfrentar a Nigeria. Ya no. Dijo Diego: “¿Cómo se hace para dejar afuera a Tévez?”. Y cambió. Corriendo riesgos. Sin tener entrenada una defensa de 3, pero contando con las zancadas de Jonás.
Hay esperanza. Pero la albiceleste tendrá que ir cobrando en forma escalonada. No hay un cheque en blanco. No debe haberlo. El último lo tuvo Bielsa hace ocho años y nos dejó sin fondos.
Comenzó el Mundial y no hay otro tema. Pero no nos olvidemos de los otros temas, porque si no después nos vamos a lamentar.
Mostrando entradas con la etiqueta Diego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Diego. Mostrar todas las entradas
viernes, 11 de junio de 2010
jueves, 20 de noviembre de 2008
Y UN DÍA VOLVIÓ A VOLVER
Por Diego, que una vez más volvió. Por él se vivió un día de Mundial. Sin él, hubiese sido un irrelevante amistoso más de todos los incluidos en la lista armada por los rusos de Renova.
Porque estaba Diego, como sólo ocurre en un Mundial, las mujeres preguntaban por el partido.
De fútbol, salvo que hay, claramente, otro espíritu, no queda mucho por analizar. Fue apenas un primer tanteo con jugadores que llegan casi un rato antes de que pite el árbitro.
Él estuvo contenido, reconcentrado, pensativo. Era una persona completamente distinta de esa que hemos visto gritar de manera desaforada en el placo de Boca. Claro que la procesión iba por dentro, pero estaba metido por completo en su función de técnico. Punto para Diego. Claro que faltan muchos. Y falta mucho. Mucho tiempo, mucho trabajo, muchos partidos y muchos puntos por ganar. En la eliminatorias y en Sudáfrica. Pero empezó el camino. Y el camino fue radicalmente distinto al que se llevaba.
Porque estaba Diego, como sólo ocurre en un Mundial, las mujeres preguntaban por el partido.
De fútbol, salvo que hay, claramente, otro espíritu, no queda mucho por analizar. Fue apenas un primer tanteo con jugadores que llegan casi un rato antes de que pite el árbitro.
Él estuvo contenido, reconcentrado, pensativo. Era una persona completamente distinta de esa que hemos visto gritar de manera desaforada en el placo de Boca. Claro que la procesión iba por dentro, pero estaba metido por completo en su función de técnico. Punto para Diego. Claro que faltan muchos. Y falta mucho. Mucho tiempo, mucho trabajo, muchos partidos y muchos puntos por ganar. En la eliminatorias y en Sudáfrica. Pero empezó el camino. Y el camino fue radicalmente distinto al que se llevaba.
lunes, 17 de noviembre de 2008
LA ENEIDA MARADONIANA
El nombre no me surgió a mí, sino a un compañero de un juego por internet (Hattrick), que vive en Suecia y usa el nick "Griguol".
Eneas, príncipe troyano, huyó de la ciudad tras haber sido quemada por los griegos y embarcó con otros supervivientes en busca de una nueva tierra. Su enemistad con Hera (Juno) le llevó a navegar errante durante mucho tiempo, hasta que fue arrojado a las costas del norte de África, en Cartago. El reino era hospitalario y todos los troyanos querían quedarse en Cartago, pero Eneas sabía que era en Italia donde debía fundar su imperio.
En su camino hacia allí descenderá a los infiernos, donde su padre, ya muerto, le revela que fundará un imperio floreciente, Roma. Eneas llega al Lacio y vence a los latinos tras una larga lucha. Hera deja por fin su odio a los troyanos, no sin antes hacerle prometer a Zeus que borraría el nombre troyano de la tierra italiana: "Troya ha caído. No permitas que resucite".
De esto, es sabido, trata la historia de Diego: luchas, caídas, resurrecciones, más caídas y más resurrecciones.
Impensadamente, ha llegado al frente de la selección y comienza otras luchas. Una, pequeña, por establecer su grupo de colaboradores. Otra, enorme, por darle a la Argentina el título que se le niega desde hace 22 años.
Sabemos que habrá caídas y, tal vez, resurrecciones. ¿Terminará Diego como Eneas, fundando su gran imperio? No está solo. El Gran Emperador de otrora, Bilardo, se ha convertido en su escudero. ¿Resucitarán la épica de México '86?
Eneas, príncipe troyano, huyó de la ciudad tras haber sido quemada por los griegos y embarcó con otros supervivientes en busca de una nueva tierra. Su enemistad con Hera (Juno) le llevó a navegar errante durante mucho tiempo, hasta que fue arrojado a las costas del norte de África, en Cartago. El reino era hospitalario y todos los troyanos querían quedarse en Cartago, pero Eneas sabía que era en Italia donde debía fundar su imperio.
En su camino hacia allí descenderá a los infiernos, donde su padre, ya muerto, le revela que fundará un imperio floreciente, Roma. Eneas llega al Lacio y vence a los latinos tras una larga lucha. Hera deja por fin su odio a los troyanos, no sin antes hacerle prometer a Zeus que borraría el nombre troyano de la tierra italiana: "Troya ha caído. No permitas que resucite".
De esto, es sabido, trata la historia de Diego: luchas, caídas, resurrecciones, más caídas y más resurrecciones.
Impensadamente, ha llegado al frente de la selección y comienza otras luchas. Una, pequeña, por establecer su grupo de colaboradores. Otra, enorme, por darle a la Argentina el título que se le niega desde hace 22 años.
Sabemos que habrá caídas y, tal vez, resurrecciones. ¿Terminará Diego como Eneas, fundando su gran imperio? No está solo. El Gran Emperador de otrora, Bilardo, se ha convertido en su escudero. ¿Resucitarán la épica de México '86?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)