Al final, los habitualmente dormidos mecanismos americanos (OEA) funcionaron como deben funcionar y no le dieron al presidente bolivariano el gusto de tener su guerrita.
No se rompió la tradición de que las democracias no guerrean entre sí y se llegó al entendimiento que Chávez quería evitar. El ecuatoriano Correa actuó como un presidente civilizado, Colombia pidió disculpas y la calentura se enfría. Como en las peleas de chicos, no importaba tanto quién tuvo la culpa, sino que no se llegara a mayores.
Mérito de Quito (que demostró que no hace "seguidismo" de Caracas) y de los líderes de la región: Brasil, Chile, España, Guatemala (?!) y Panamá (?!). Sí, Guatemala y Panamá trabajaron y mucho por el acuerdo. ¿La Argentina? Bien, gracias. Pensar tanto en trenes bala y en los negocios con Chávez le hicieron olvidar el papel que estaba llamado a cumplir nuestro país.
Mientras tanto, Caracas y también Washington y La Habana se quedaron con las ganas.
miércoles, 5 de marzo de 2008
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1 comentario:
Colombia tiene fronteras por el norte con Panamá y por el sur, además de con Venezuela y Ecuador, con Perú y Brasil. ¿Cómo Panamá, Perú y Brasil no sienten amenazadas sus soberanias...?
Porque los primeros en violarlas fueron Venezuela y Ecuador al darles refugio a la guerrilla colombiana.
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