Miércoles 24 de marzo de 1976.
Marzo. Porque, según Landrú, los militares daban los golpes en marzo, después de Punta del Este.
Miércoles. ¿Por qué tengo tan claro que era un miércoles? Porque en ese aquelarre que era el gobierno de Chabela (y mucho más en sus últimos coletazos), por primera vez las clases comenzaron un miércoles y no un lunes. Una semana antes, el 17, empecé la secundaria.
1976. El mundo (o al menos, la Argentina) se venía abajo. Violencia de izquierda y de derecha, inflación, desabastecimiento, bombas, represión ilegal, corrupción. No se aguantaba más.
24. ¿Y qué se yo por qué eligieron el 24?
Miércoles 24 de marzo de 1976. Cuando por enésima vez la voz de Juan Mentesana, durante años locutor oficial, nos informaba del golpe, un gran suspiro de alivio recorrió el país. Recuerdo a muchos peronistas (mi viejo entre ellos) diciendo ¡por fin se acabó!
Claro que no sabíamos lo que vendría. Ni lo sospechábamos.
Aclaro para los sub-45: hasta ese entonces, parecía “normal” que los militares se instalaran en el gobierno. Hacía a la "mecánica" del país.
Insisto. Había violencia de izquierda y de derecha, inflación, desabastecimiento, bombas, represión ilegal, corrupción. Todo ello, salvo el desabastecimiento (no se podía conseguir un kilo de azúcar o un tubo de dentífrico) más adelante fue superado y por mucho. Recordemos la hiper de Alfonsín o la de Menem, la corrupción rampante de los ’90 para acá y, sobre todo, la violencia inusitada y la represión ilegal y cobarde desde ese miércoles 24 de marzo de 1976.
Pero cuidado, que dicha represión no comenzó ese día. Hubo una “oficial” y “legal”, pero no olvidemos que se le atribuyen 1.500 muertos a la Triple A, surgida de las entrañas del gobierno peronista. Y con Perón vivo ¿eh? No empezó con Isabel.
La dictadura recibió con los brazos abiertos a los grupos parapoliciales y paramilitares que ya estaban operando y los potenció. Además, como si fuera poco, le sumó toda la estructura de las Fuerzas Armadas y del Estado entero.
El resto es historia conocida. Esta también, pero tiende a olvidársela. Sin embargo, no dejemos de recordar que la dictadura no fue una maldición bíbilica que cayó sobre los inocentes argentinos. Nunca, en ninguna parte, se puede tomar el gobierno sin la anuencia y hasta complacencia de la mayoría de la población. Y la mayoría de los argentinos estaba encantada ese miércoles 24 de marzo de 1976.
¿O alguien cree que si, por algún motivo, la Argentina se quedaba con las Malvinas, Galtieri no se iba a legitimar en elecciones y con un respaldo abrumador? Acabemos con la mentira de que había un grupito usurpador y el resto del pueblo luchaba contra ellos. No. Sólo algunos luchaban. Y por distintos motivos. Porque seguían en armas (unos pocos) o por convicción democrática (muchos menos).
Y la represión fue solapada, vil, con nocturnidad y alevosía. Con robos de bebés. ¿Y saben cuál es la peor derrota de estos tipos al haber tomado un camino ilegal? Algo que habitualmente no se menciona. Haber conseguido que la gente a la que persiguieron terminara siendo inocente. Muchos lo eran. Pero los que no, so inocentes al no haber sido condenados en juicio. ¡Qué paradoja!
24 de marzo de 1976. Era de madrugada. Comenzaba una noche terrible.
lunes, 24 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario