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jueves, 16 de julio de 2009

ESTUDIANTES, ALCEMOS LA BANDERA…

… que ilustraron los próceres de ayer.

¿Qué decir del Pincha campeón de América? Dejemos de lado la ya gastada palabra “mística”, que es casi un sinónimo del León platense.

¿Por qué llegó hasta aquí? Con coherencia. Con un trabajo que empezó para tratar de no irse al descenso. Lo llamaron a Bilardo, pero no sólo logró ese objetivo. También hizo los cambios de base que habilitaron este presente. Debutaron o se consolidaron Angeleri, Sosa, Carrusca…

Después llegó Merlo para darle solidez y apuntar más arriba.

Con Burruchaga llegaron lejos en la Copa.

Juan Sebastián Verón volvió con la idea de ser campeón. Enseguida, con un novel Simeone como técnico, lograron el título local.

El eslabón siguiente fue Sensini. El equipo tuvo otro vuelo, pero arrugó al final y le regaló el campeonato a un limitado River.

El salto definitivo llegó con Sabella. Otro orientador táctico debutante, con ideas claras. Entró a la Copa desde abajo, desde la fase eliminatoria, y llegó hasta arriba.

¡Salud, campeón! Pocos lo merecen como vos.

sábado, 8 de noviembre de 2008

VÉRTIGO

No tiene nada que ver con la famosa película de Hitchcock, sino que con fútbol actual, especialmente el argentino y la forma de vivirlo.

El yeso en la mano derecha de Simeone ya era un símbolo. Llegó a Racing como jugador, lo hicieron convertirse en técnico al toque, le dieron el toque porque había que "repatriar" a Merlo, se fue a Estudiantes y de inmediato ganó el título, saltó a River y protagonizó otra vuelta olímpica. Con su equipo como campeón todavía vigente, ya renunció por haber quedado eliminado en la Copa que no es la Libertadores.

Hace dos meses era candidato a la selección, hoy se va puteado. Tiene que ver con una forma de ser de nuestro fútbol, pero que el Cholo forzó al máximo.

Técnico conocedor y trabajador como el que más, estuvo siempre al borde del desborde, fiel a la filosofía de James Dean: "vive rápido, muere joven y deja un cadáver bonito". Su River nunca jugó bien y se quedó con el Clausura porque no quedaba otra, ante el "arrugue" del Pincha en las últimas fechas.

Ya está. Ya pasó. Duró 10 meses. Así es el fútbol actual, mucho más el argentino y, especialmente, Simeone.