LA ACADEMIA, EL VECINO Y LOS OTROS

Racing está pasando por horas complicadas. Casi no es ninguna novedad. Casi desde que tengo memoria Racing pasa por horas complicadas. Y me refirmo en la idea de que el Apertura conseguido en 2001 fue, en el mejor de los casos, una casualidad o, en el peor, un regalo. Y si fue un regalo, mucho tuvo que ver el vecino. Y no me refiero a Independiente, sino al vecino más conocido del partido de Avellaneda (o de Sarandí, o de Zurich, ya no se sabe). El mismo vecino que se oponía al gerenciamiento, que después lo apoyó calurosamente y que ahora recordó lo que sostenía hace diez años sobre el mismo tema.

Hoy uno se entera de cosas que hacen ver que no cambió mucho entre las épocas nefastas de Destéfano-Otero-Lalín y las épocas nefastas de Blanquiceleste, sea versión Marín, De Tomaso o K. En realidad hay otros que se enteran recién ahora. Esas cosas uno ya las sabía y las denunciaba hace años.

Resulta que ahora reaparece García Cuerva y descubre que todo es un horror. Es el mismo interventor que le entregó Racing al gerenciamiento y que hablaba maravillas de él.

Es el mismo que convivió sin problemas con el juez Gorostegui, quien maneja la quiebra de Racing y antes manejó las dos convocatorias de acreedores. Y Gorostegui es el mismo que, en todos esos años, les fue creyendo a Destéfano, Otero y Lalín cuando le decían que todo estaba bárbaro. El mismo que también les creyó a Marín y De Tomaso, juntos o separados.

Ahora vuelve García Cuerva. Y dice "hoy mismo voy a pedirle al juzgado la intimación al órgano fiduciario para que rescinda con causa el contrato de gerenciamiento". Y pide que este sea suspendido provisionalmente. Y aduce que no se cumplió con la obligación de mantener un equipo "competitivo". Y asegura que va a poder probar eso ante la justicia. Y cuando la justicia diga que eso no es un argumento porque no se sabe qué es un equipo "competitivo", ¿quién va a pagar? ¿García Cuerva? ¿Sus nuevos mandantes? ¿O, como siempre, Racing?

Ahora vuelve García Cuerva. De la mano del poder. Poder que, como tantos otros, encuentran en Racing una magnífica oportunidad de negocios. ¿O es casualidad que los “inversores” que en los últimos tiempos acercaron jugadores y exigencias a la Academia (en verdad, Blanquiceleste) sean todos empresarios de muy buena llegada al kirchnerismo? ¿Vendrá “Blanquiceleste 3.0”? ¿Será esa la versión “K”?

Puede que sean casualidades. Pero cuarenta años de casualidades son demasiados.