Tuve en la más alta consideración a Javier Castrilli como árbitro. Tengo en la más baja consideración a Javier Castrilli como funcionario.
Ahora bien, ya que está y contra la violencia del fútbol no sabe, no puede o no quiere hacer nada ¿por qué no lo consultan por el conflicto campo-gobierno?
"Piña va, piña viene/lo' muchacho' s'entretienen" coreábamos en la primaria cuando dos compañeros amenazaban con irse a las manos. La cosa, en general no pasaba del pechazo y el "¿qué te pasa?", "no ¿a vos qué te pasa?".
Pero ahora la cosa se va calentando. En Gualeguaychú le pegaron a Rubén Manusovich y ayer, a la salida de su domicilio, a Luciano Miguens. Y no importa quién "empezó primero". Si es la actitud de los chacareros de la ruta 14 o el titular de Fedecámaras fue a provocar. Acá lo que importa es el resultado. Y hay que parar la escalada ya.
D'Elía amenaza con un escándalo mayúsculo al querer juntar 30.000 tipos para ir a "debatir" a Gualeguaychú.
Es elogiable el llamado a la conciliación de la Presidenta en el acto de la cancha de Almagro. Estos dichos deben multiplicarse. Y sobre todo, que los hechos guarden consonancia con lo que se dice. Hay que abortar los actos violentos antes de que todo se desmadre. ¿Podrá ayudar Castrilli en esto?
jueves, 15 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Quien empezo con la violencia es algo de facil respuesta, solo basta escuchar los discursos del gobierno de hace dos meses.
Resolverlo solo depende del gobierno, bah, del poder ejecutivo, que es el unico que existe en este momento. El campo solo es un sector al que se lo perjudica con una medida anticonstitucional, tomada por decreto.
Publicar un comentario