jueves, 29 de noviembre de 2007

En Annapolis se juega Todo

¿Por qué escribo “Todo”, así, con mayúscula? Porque la de israelíes y palestinos no es una disputa por un pedazo de tierra, sino por Dios.

Los judíos sostienen que esas tierras (y aún más que las que actualmente corresponden al Estado de Israel) se las dio Dios, ni más ni menos. Y los palestinos, que durante casi dos mil años los judíos no la habitaron y, para colmo, se reivindican como sucesores de los filisteos, que estaban antes de que Jehová mandase a los hebreos a conquistar “la tierra que mana leche y miel”. Y, para colmo, desde Jerusalén ascendió Mahoma a los Siete Cielos.

Imaginemos el revuelo en la Argentina si se discutiera la anexión de Salta a Bolivia. Y hablamos de menos de doscientos años de historia. Pensemos entonces qué pasa cuando se habla de tres o cuatro mil años, con el agregado supremo de la cuestión religiosa. ¿Se puede empezar a entender ahora qué pasa por esos lares?

Cada acuerdo de paz (Camp David, 1978 y Oslo 1994) se llevó la muerte de alguno de sus firmantes, como Sadat o Rabin. Pero con esos acuerdos, ¿cuántas muertes se evitaron?

Una vez más, la disputa de Medio Oriente se lleva a los Estados Unidos. Pero ahora con todos los involucrados, salvo Irán (que, desde el punto de vista geográfico poco tiene que ver) y Hamas, que domina la Franja de Gaza.

Por eso en Annapolis se juega Todo.

sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Ahora Yamón lleva el estandarte de la ética?

Leía ayer en La Nación la autocrítica de Daniel Arcucci por haber dado como hecha la vuelta de Ramón Díaz a River. Pocos tuvieron esa grandeza. De no ofrecer excusas. Por eso Arcucci es quien es.

Y cada uno es quien es. Resulta que, en la conferencia de prensa en la que anunció que se quedaba, el riojano aseguró que se quedaba en San Lorenzo porque es un tipo de palabra. Cada uno negocia como puede y como quiere y nadie está obligado a declarar contra sí mismo. Pero no hay nada de eso. Primero incumplió con la palabra dada a Savino al arreglar con Aguilar y luego con la dada a éste, al volver sobre sus pasos.

Podría dar mil vueltas pero voy a hacerla corta. Ramón Díaz tenía todo arreglado con River. Incluso la poco ética incorporación en el paquete de sus dos hijos. Que no son malos jugadores, pero no son precisamente Maradona y Burruchaga.

¿Qué cambió? Que apareció Tinelli aportando dinero y temor. El dinero está claro: más del que Ramón había pedido para renovar. ¿El temor? A ser incinerado públicamente en el programa de mayor rating de la tele.

Claro y conciso. No hubo mucho más que pensar. Y encima, dejó a su odiado Aguilar patinando y sin sueño.

domingo, 18 de noviembre de 2007

Victorias y victorias

En primer lugar, quiero hacer un reconocimiento a Basile. Tantas veces testarudo, obstinado con su 4-3-1-2, cambió por un esquema más parecido al de Pekerman en el Mundial que, a priori, se adapta mucho más a estos jugadores argentinos y a la (escasa) categoría del rival de ayer.

Después está el tema de que el equipo, como tal, no aparece. Y creo que más por caprichos de los intérpretes que por errores del director. O, en todo caso, el error del director es no darle con la batuta en la cabeza a los intérpretes caprichosos. ¿Es necesario que en cada jugada, cada uno quiera hacer el gol de su vida? ¿Por qué Messi es mucho menos generoso en la selección que en el Barça? ¿Por qué cuando el empeñoso Tévez logró ganar una por la izquierda, levantó la cabeza y los destinatarios del pase estaban lejísimos del área?

Los nombres invitaban a soñar. La realidad nos hizo conformar con la estadística. Una formalidad burocrática a la que, una vez que se le puso el primer sello, sólo restaba esperar un rato para completar el trámite.

El "Coco" odia que lo comparen con Bielsa. Sobre todo si esa comparación resulta favorable al actual DT de Chile. Pero no vaya a ser que a fuerza de diferencias terminen igualándose en algo: lo que en Sudamérica son piedritas en el camino, el el Mundial son enormes paredes contra las que la Argentina se puede seguir estrellando.

viernes, 16 de noviembre de 2007

A Felipe se le golpeó la puerta

Tengo un amigo que cumple una regla a rajatabla: cuando se le escapa una puerta y golpea haciendo mucho ruido, mira a todos los presentes con su peor cara de rabia. Nunca nadie le reprochó su descuido que terminó en portazo. Todos asumen que fue fruto de su enojo.

Creo que Felipe Solá, una vez más, usa la técnica de mi amigo. Pone siempre cara de orto para que lo vean como un tipo concentrado y preocupado y no como un inútil. Por eso pudo ser funcionario de Menem hasta último momento, luego duhaldista y compañero de fórmula de Ruckauf, posteriormente kirchnerista furioso y vaya a saber cuál será su próximo encuadre.

En su costosísima campaña publicitaria (que pagamos todos los bonaerenses) de despedida habla de la "provincia incendiada" que recibió, como si el peronismo no llevara veinte años gobernando Buenos Aires. ¿Pensará que pensaremos que Cafiero es demócrata progresista, Duhalde liberal y Ruckauf socialista?

Hay que reconocerle que ese permanente gesto de estar oliendo caca le rindió buenos frutos. Lástima que a nosotros, no.

lunes, 5 de noviembre de 2007

A propósito de corrupción

Leo en el periódico "El Barrio", de Villa Urquiza:


- El mes pasado, en un reportaje concedido a este medio, el periodista Gastón Recondo dijo sentirse decepcionado con usted debido a su sensación de que el club había perdido la transparencia.
-
Gastón se distanció del club porque River dejó de pagarle. Él cobraba 10.000 pesos por mes, en concepto de asesoramiento institucional, a través de un socio. Está toda la documentación a disposición de ustedes. En diciembre de 2005 el club interrumpió ese vínculo por
razones económicas. A partir de esa fecha cambió la opinión de Recondo sobre la administración del club.
Quien respondió eso fue el presidente de River, José María Aguilar. Lo llamé para chequear la información y, como es habitual desde hace unos cuantos años, no me respondió. Hablé con Gastón y me dijo que le va a hacer juicio por esas declaraciones.

Al margen de la cuestión bilateral, hay algo que me espanta. O el presidente de River miente a sabiendas para ensuciar a un periodista crítico de su getión, o es verdad lo que dice y compraban a un periodista (y si es uno, ¿a cuántos más?) para tenerlo a favor.

Cualquiera de las dos alternativas es nefasta, aunque la segunda es mucho peor: la corrupción es de a dos, el que recibe y el que da, por ende habría que enjuiciar a Recondo y a la dirigencia de River por el mismo hecho.

Cada vez que creo haberme curado de espanto con Aguilar, se las ingenia para hacerme espantar aún más.