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domingo, 29 de noviembre de 2009

NO SABE, NO CONTESTA. ¿Y EL VIENTO PARA DÓNDE SOPLA?

En el lanzamiento de su nuevo partido (¿por qué número va?), Elisa Carrió atacó a los políticos que no expresan jamás su pensamiento y , con su habitual acidez, apuntó a Cleto, de quien dijo que es “ambiguo como una ameba”.

Habría que explicarle a la diputada electa que las amebas no son ambiguas. Son el más elemental de los seres vivientes, pero pueden ser peligrosas. Una variante de este protozoo puede causar amebiasis, enfermedad parasitaria intestinal que puede llegar a la disentería.

Ya tuvimos a De la Rúa generando una enorme disentería política y económica. No son los únicos. ¿Alguien sabe qué piensa Carlos Reutemann de cuestiones fundamentales para la República?

Y el que se lleva las palmas es Scioli. Le huye a las definiciones como si fuesen el diablo. Una sola vez opinó sobre algo. En 2001 fue electo a diputado por una alianza menemista-cavallista llevando la bandera de la defensa de la convertibilidad que se caía a pedazos. Más aún. Desafiaba a los demás candidatos a que dijeran que iban a mantener el 1 a 1. En ese entonces era una causa popular. Lo que no le impidió dos meses después convertirse en funcionario del “hiperdevaluacionista” Duhalde. Y del duhaldismo, sin decir palabra, saltar al kirchnerismo más obsecuente.

Como en estos días, ante los asesinatos de las maestras Toscano y Almirón, cambió el viento de la opinión pública, cual si fuese un comentador de la realidad y no el Gobernador de la provincia más importante, dijo "Me hago eco del clamor popular".

Y volvió a repetir sus vacuas palabras sobre el tema pronunciadas más de una año antes. ¿Y los hechos de gobierno dónde están?

Perdone que la corrija, Doctora Carrió, pero las amebas pueden ser muy peligrosas.

sábado, 25 de agosto de 2007

¡Aguante, Kristina!

Se habla de la “alianza de conductas”. Es decir, la de Carrió y López Murphy. No tengo nada que objetarles y mucho menos en ese aspecto.

Quizás se dé. Pero esa coalición tendría muchos límites. A la izquierda de Carrió no tragan al ex Ministro y ella jamás se aliaría con Macri. Otra vez la cuestión ética. Fundamental. Pero ¿estamos preparados para ello? En el kirchnerismo (antes menemismo y antes aún, peronismo) conviven tipos de toda laya moral e ideológica: Quindimil, D’Elía, Kunkel, Solá, Scioli, y siguen las firmas. El peronismo nunca tuvo esos “pruritos” ¿Cómo se lo enfrenta entonces?

Pero supongamos que, de algún modo se dé una confluencia bastante amplia.

Imaginemos este escenario para octubre: la gente, harta de la corrupción y la soberbia del oficialismo, decide darle su voto a la actual oposición. Llegan a una segunda vuelta y le ganan a la fórmula integrada por la Senadora-consorte-candidata y el Radical Kash Julio Cobos.

Tendrían la Presidencia, con un, digamos 30% (en el mejor de los casos) de los Diputados y un porcentaje mucho menor de Senadores.
¿Cómo se gobierna, con un peronismo resentido y que maneja las dos cámaras y la mayoría de las provincias?
¿Cuánto tardarían en movilizarse los intendentes, la CGT, etc., para hacerles la vida y el gobierno imposibles?

Creo que sería terrible para la República una continuidad del actual oficialismo. ¿Pero resistiría la República semejante oposición si Carrió y su coalición llegaran al gobierno?

¿Hay opciones? Ojalá. Pero no las veo.