viernes, 5 de octubre de 2007

Hasta la próxima muerte

Mi amigo Marcelo Araujo registró esa frase. Escéptico por naturaleza, ante cada hecho de violencia en el fútbol o del fútbol (que no es lo mismo) decía "Aquí no va a pasar nada y nos despediremos hasta la próxima muerte".

Así es. Después de cada caso rimbombante todo cae en el olvido.

Durante un tiempo yo fui algo más optimista. Creí, por ejemplo, que Castrilli iba a hacer algo más que flotar como un corcho y hasta terminar siendo empleado de los dueños del negocio de la pelotita en la Argentina. Para colmo, cobraba del grupo Clarín al mismo tiempo que era funcionario público. ¿Y la ética con qué se come? Se come en el mismo plato de Grondona.

No puedo sino alegrarme de que, por una vez, se haya hecho inteligencia y hayan impedido un nuevo enfrentamiento entre las facciones de la barra brava de River antes del partido contra Vélez. Pero nadie explicó por qué, cuando fue detenido, Adrián Rousseau tenía cincuenta entradas en el bolsillo. Aguilar: ¿quién le dio esas entradas?

Ahora no se habla del tema. Desapareció. Hay una calma chicha, la misma que precede a las tormentas.

¿Cuándo será la próxima muerte?

1 comentario:

Javier Giangiacomo dijo...

Como siempre, Reinaldo, un placer leer tu blog.
Respecto de Aguilar, me pasa algo parecido a los gobernantes en general, lo recuerdo hablando y chicaneandote ante tus preguntas (en la epoca que trabajabas con Victor Hugo), al menos para mi, era obvio el futuro que tendria River con el como presidente. Lamentablemente, el mismo que creo tendremos como ciudadanos de nuestra querida Nacion al escuchar las propuestas de los candidatos.
Saludos.