De verdad. Cada año me pregunto ¿Cómo pudimos ser tan pelotudos? Soy clase '62 y zafé de la colimba por número bajo. Sin embargo, me quería anotar como voluntario.
Y el 10 de abril ("si quieren batalla, presentaremos batalla") fui a la Plaza a putear a Alexander Haig. ¡Yo! Tan "pro-yanqui" y "pro-Reagan".
Estábamos electrizados, emocionados, codo con codo: peronistas, radicales, comunistas (había muchísimos), conservadores, socialistas, liberales, independientes... Exaltados, cantábamos la Marcha de San Lorenzo y "El pueblo unido...", todos juntos. ¡Qué manga de pelotudos!
Quiero resaltar dos excepciones: una conocida, la revista Humor, y otra casi ignorada, la de nuestro detestado Bernado Neustadt. En los primeros días del conflicto, Bernie escribió en Ámbito una columna muy crítica (dentro de lo que se podía). Además, tuvo una clarividencia notable. Después se llamó a silencio sobre el tema. Creo que es justo reconocerle una (aunque sea una) actitud digna. Porque los demás estábamos convertidos en una manga de pelotudos.
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1 comentario:
Jajajaja!! Muy bueno y muy cierto. Aunque a la distancia parece que esa plaza estuvo llena de fantasmas, nadie fue ese dia, deben ser los mismos espiritus que llenaron dos veces las urnas con boletas de Menem. Yo no estuve en la Plaza, pero solo por una cuestion de distancia, en mi familia (yo tenia 12 años por aquel entonces) a pesar de existir el mismo pensamiento que vos decis, tambien se vivia una exaltacion contra los ingleses, y en pro de la guerra. Confieso haber pasado algun tiempo de mi adolescencia contrariado contra cualquier producto ingles (fuese salsa para carne, cerveza o musica), por suerte recapacite y puedo disfrutar de Led Zeppelin sin culpa, la cerveza pude empezar a consumirla antes, apenas me entere de que la Guinnes era irlandesa.
Felices Pascuas,
Javier.
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