martes, 6 de abril de 2010

EL JUEZ SE PONE EL CASCO PARA DAR PELEA

Resonó en todo el país la decisión del juez de Santa Rosa de Calamuchita Ricardo Gigena, de perdonar la multa a dos personas que circulaban en su moto sin llevar cascos, alegando que esta es una decisión personal que puede tomarse y que no afecta a terceros.

El magistrado sostuvo que "El uso del casco o cinturón de seguridad en personas mayores comprende la intimidad, la conciencia, el derecho de disponer de sus actos, de su obrar, de su propio cuerpo, de su vida, en ejercicio de su libertad".

Me parece más que interesante que un juez se rebele contra las hiperregulaciones. Pero allí hay que separar dos asuntos.

Como trato de cuidar mi vida, jamás voy en auto sin colocarme el cinturón de seguridad. Pero es una decisión absolutamente personal. Me subleva que ello sea obligatorio. Cada cual que se mate como quiera.

Aunque creo que la obligatoriedad de uso del casco por parte de los motociclistas es un tema aparte. Si sólo se tratara de que, ante un choque, queden sus sesos desparramados, no me preocuparía.

Pero el problema no se limita a eso. Involucra a los demás. Recibir una piedra que sale disparada puede llevarlos a una maniobra riesgosa para los demás. Entonces ahí sí termina la libertad individual. Puede provocar graves consecuencias físicas y mentales al automovilista que se vea involucrado.

Bien por el juez Gigena, que se atreve a desafiar invasiones a los derechos individuales. Abrió un debate que nos debemos. Pero le erró al tema.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En un foro sobre el tema, hice una pregunta, me parece que cualquiera tiene derecho de no valorar su vida, ¿pero tiene derecho a desparramar sus sesos en un parabrisas ajeno con el daño psicologico que eso dejaria al conductor? ¿tiene derecho a ocasionar gastos al estado usando la salud publica alguien que decidio ser libre y tomar esos riesgos? Alguien me dijo, es el precio que a veces se paga por la libertad. LA verdad es que no tengo postura. Nuestro pais tiene un enorme porcentaje de personas que delegan todo, absolutamente todo en el Estado, como tal, exige que se les diga casi hasta que par de medias debe usar, otros toman casi como un mandato divino desobedecer las leyes, sin siquiera reparar que a veces esas leyes los estan protegiendo a ellos mismos, no importa. Y pedir a nuestro Legislativo que discuta estos temas, viendo el actual comportamiento de las Camaras seria un absurdo, pero es un tema fascinante.
Abrazo,
JG.