miércoles, 28 de octubre de 2009

UN FINAL DIGNO...

... de semejante intento.

No es lo mismo ser nuevo que ser improvisado. Los actuales dirigentes de Racing reúnen ambas condiciones. Y un plus: la búsqueda del calor político. Esto no es una novedad. Racing debió haber quebrado y ello no ocurrió por la acción de cuatro hinchas "caracterizados" que entonces ocupaban altos cargos: Carlos "Chacho" Álvarez (vicepresidente de la Nación), Carlos Ruckauf (gobernador de la provincia de Buenos Aires), Graciela Fernández Meijide (ministra de Desarrollo Social) y Hugo Sagger (senador nacional por el PJ chaqueño).

No olvidemos que también intentó converger con la política nacional el quebrador profesional de empresas (Academia incluida) Daniel Lalín. Cajero de Grosso y "amigo" al mismo tiempo de Menem y Duhalde.

A un costo exorbitante, Racing se pudo sacar de encima al "pelado". Pero la política nacional sigue diciendo "presente". Sobre todo, al comandar el país grupos tan parecidos entre sí como el menemismo y el kirchnerismo. En las últimas elecciones de Racing, fue consagrado presidente Rodolfo Molina, el candidato "K". Especialmente, de Máximo K, hijo del matrimonio presidencial.

Pero la Academia se especializa en repetir la historia. Y, citando bien a Marx (no como se hace habitualmente), "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez, como farsa".
Cristina, lectora de solapas que cree ser profunda, dijo "como comedia". Pero eso es harina de otro "costado".

Lo cierto es que en Racing, lo que con Lalín fue tragedia, hoy se repite como farsa. El hombre de la quiebra era un gran histrión. Un gran"cirquero". Pero para hacer circo, al menos instalaba una carpa. Hoy ni siquiera. Salen a vender humo sin tener fósforos. Ni siquiera dos miserables piedritas para raspar en intentar sacar una chispa. ¡Matthaeus! ¡MATTHAEUS! "Nos va a insertar en Europa", decían sin ponerse colorados Molina y su vice Podestá. En su vida hablaron con el gran jugador que fue Lothar. Como entrenador no hizo más que el Diego de Fiorito. Para hacer circo lo hubiesen ido a buscara a él, que les quedaba más cerca. O a Pelé. Si total la respuesta iba a ser "no". O, al menos, hubiesen ido a Europa a reunirse con Matthaeus.

O, mejor que todo eso, ¿por qué no miran la tabla de promedios y se ponen a laburar en serio para evitar el descenso? Miren que puede ser tan rápido y fatal como un SMS.

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