El término “valijero” estaba de moda en la década del ’80. Eran esos tipos que llevaban un maletín para tapar sus masturbaciones en la “primera tarde” de las películas “picantes”.
A la década siguiente aparecieron las valijas de Amira.
Y ya comenzado el siglo XXI, hizo su entrada Claudio Uberti. Nominalmente director del OCCOVI (Órgano Coordinador de Concesiones Viales) y valijero del ministro De Vido. Sobre todo en los repetidos (más de uno al mes) viajes a Venezuela.
Pero ahora fue al revés. El valijero acompañó a un montón de funcionarios “bolivarianos” que traían a su correspondiente valijero con ochocientas lucas dólar. A Uberti lo echaron o se fue. ¿Para cuando Exequiel Espinoza, presidente de la fantasmal ENARSA?
Los casi entrañables valijeros de los cines vivían en un mundo de fantasía. Yo no. Por eso no creo que se vaya De Vido.
viernes, 10 de agosto de 2007
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