El diccionario inglés tiene desde hace años como primera acepción de “gay”, homosexual. La segunda es “alegre”, que hasta no hace mucho fue la primera.
La alegría de toda la comunidad homosexual y de muchos heterosexuales se manifestó cuando, en la madrugada del jueves, se convirtió en ley el matrimonio igualitario. Sin tomar en cuenta la orientación sexual de los contrayentes.
Me pasa algo raro con este tema. No tengo una opinión clara. Tengo amigos que me dicen “¿En serio? ¿Vos, que opinás hasta de la sensación térmica…? Pero como no soy un “opineitor”, trato de expresar mis ideas sobre bases periodísticas, no porque el aire es gratis.
En primer lugar, no soy religioso. Por ende, no me cabe eso de que “Dios los creó varón y mujer” (Gén. 1,27). Pero respeto a quienes basan su fe en la Biblia, que no son sólo los católicos, sino todas las “Religiones del Libro” (cristianos de toda laya, judíos y musulmanes). Si esto fue dado por Dios, no hay nada que discutir. No se puede decir “soy fana de Boca, pero odio esos colores”.
Pero hay mucho que discutir, ya que en la Argentina el único matrimonio válido es el civil. A mí (y a todos) nos casó un oscuro funcionario del Estado. Por lo tanto, en un sentido u otro, la cuestión pasa sólo por el ordenamiento legal.
Hubo una campaña religiosa muy fuerte, como no podía ser de otra manera. Aunque se pasaron de rosca llevando chicos a la marcha. También hubo un fortísimo “lobby” de los grupos homosexuales, algunos tan radicalizados que no aceptaban nada que no fuera todo.
Los únicos que no dijeron “ni mu” fueron los que se pasaron años castigándonos en terapia por la falta o sobra de figura paterna o materna. ¿Dónde están los psicólogos y psiquiatras?
Creo que la clave la dio Elisa Carrió. Sostiene que para ella, como católica, el matrimonio es un sacramento y el Código Civil tendría que cambiar ese nombre por el de “Unión Familiar”, con absolutamente los mismos derechos para TODOS. Pero también dijo que, en las reuniones que tuvo, ciertas asociaciones, sobre todo de lesbianas, no aceptaban nada que no se llamara “Matrimonio”. Es decir, importaba más la semántica que los derechos reales.
Una duda me queda. ¿Qué pasará si otros grupos arguyen discriminación por sus preferencias sexuales? Bígamos, polígamos o hasta pederastas. Y el tipo que diga “¿por qué no me voy a poder casar con Dolly, la oveja que comparte mi cama desde hace años?”.
Sur, adopción y después
El otro tema espantosamente meneado fue el de la adopción. De uno y otro lado se olvida olimpicamente que este instituto está pensado PARA LOS MENORES. No para los que quieren ser padres, hetero u homosexuales.
Pero, como es tan común en nuestro país, se lo hizo de manera liviana. Cualquier persona o pareja más o menos “normal” del bocho va a ser mucho mejor para los chicos que están en el sistema que el sistema mismo.
Sin embargo, la Ley de Adopción no se modifica. Ni se habla de ello. Claro. Si, a diferencia de los distintos grupos de adultos, los menores no pueden hacer lobby, No tienen un Bergoglio o un Pepito Cibrián. Y los años pasan. Y los chicos crecen. Y sus posibilidades de ser adoptados decrecen. Y los que quieren adoptar un chico desesperan. Y buscan caminos ilegales. Van a comprarlos.
Todos me dicen lo afortunados que fui al tardar SÓLO TRES AÑOS en poder adoptar a mi hija. Y cuatro años después, aún no está el trámite terminado. Y eso que nos tocó un juzgado ejemplar.
Conocí una mujer que tuvo que sacar una hipoteca para mudarse, ya que la “trabajadora social” que evaluó su caso, no le aceptó el departamente que tenía porque la ventana de la habitación destinada al hijo tenía algo menos de un metro cuadrado. ¡Se tuvo que mudar! Mientras, el chico estaba saltando de un hogar sustituto al otro o, peor aún, en un instituto para menores.
¿Por qué no se modifica la Ley de Adopción? ¿Por qué no se reducen los tiempos? Porque esto cortaría dos grandes curros. Uno, el tráfico de bebés, que cuenta con la inevitable complicidad de funcionarios de todo el país. El otro, mucho menos difundido, es el del dinero que el Estado paga a quienes tienen chicos de manera temporaria.
¿Cuándo nos vamos a movilizar todos por ello? Heterosexuales, homosexuales, kirchneristas, radicales, liberales, socialistas, bosteros, gallinas, carniceros, arquitectos. ¿Realmente nos importan los chicos?
jueves, 15 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
hola don reinaldo cordial saludo desde colombia me gustaria q usted m ayudara regalandome su trayectoria en las diferentes radios donde hizo futbol de primera y ascenso desde sus comienzos hasta el 2005 me gustaria q usted m ayudara regalandome de q a q año estuvo en cada radio y como estaba integrada cada radio en la cual ud estuvo con sus relatores y comentaristas q lo aconpañaban
mi mail es el sgte abyss90@hotmail.com un millon de gracias
Publicar un comentario